«Me pasó un enlace a un video de montajes fotográficos donde aparecía yo masturbándome delante de pornografía infantil. Me quedé acojonado». Más de 1.000 euros debía transferir a una cuenta en un país africano, si no quería esto en su muro.
Empresario víctima de un caso de chantaje digital. Una nueva forma de extorsión en redes sociales como Facebook y Linkedin, bajo la amenaza de convertirlo en pedófilo ante todas sus amistades en la red social de más difusión del mundo. Una bola de nieve que, en la era digital, arrasa cual meteorito. Son mafias las que orquestan este tipo de chantajes, el peligro está a sólo un click de distancia.
Duplicaron su perfil. «Cuando te encuentras en esa situación te das cuenta de que Facebook no te hace ni caso». «Si una red social no quiere borrar un perfil, ni un particular ni la Policía puede conseguirlo. Sólo un juez puede lograrlo, a veces».